sábado, 27 de diciembre de 2008

Museo del Mar ( segunda entrega )

En una vitrina de ubicación privilegiada, el cartel explicativo relata lo siguiente: "En Zamboanga conocí, en 1977, a un anciano matrimonio de coleccionistas que hablaba español. Grande fue mi sorpresa al descubrir un gigantesco ejemplar, era una tridacna squamosa. Inmediatamente les manifesté mis intenciones de intercambiar la pieza por alguna otra de mi colección que pudiera despertar su interés. Pero no aceptaron.
Unos años más tarde volví al lugar, y reiteré el pedido; tampoco tuve suerte esta vez. Durante mi tercera visita, la amistad con el matrimonio ya se había fortalecido, por lo que fue muy honesta la invitación que les hice al enterarme de que uno de los sueños de Ignacio era conocer París. Pero él estaba muy enfermo, y no aceptó el ofrecimiento. Para la cuarta visita, les llevé unos caracoles como obsequio, y ya había olvidado la pieza que dio origen a nuestra amistad cuando, años más tarde, recibí un paquete de regalo en casa: era la gigantesca tridacna squamosa".





Estos tan lindos que ven en la foto inferior son australianos .
Pertenecen a la subfamilia de las coniaceas, que agrupa moluscos de forma cònica con colores y diseños muy llamativos por lo que son muy apreciados entre los coleccionistas y suelen atraer a los buceadores.
Pero atenciòn : se encuentran entre las especies mas venenosas de los arrecifes.
Estos animales tienen un aguijòn conectado a una glàndula que segrega un veneno, una mezcla de toxinas que afecta a los centros nerviosos de la vìctima, produciendo entumecimiento primero y luego parálisis parcial o total . Son capaces incluso de matar a un ser humano .


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