Este viaje en particular estuvo lleno de aromas: a eucalipus, pino, ruda, lavanda, azahar ...
Fuera de la ciudad, el aire de Tandil huele a eucaliptus , a veces a pino.
Siguiendo este camino iba observando las plantas con atención, ya que hay muchas aromáticas y medicinales que crecen naturalmente en esa zona.
Encontré malva a la orilla del camino, llantén, y mas adelante , una gran mata cuyo olor me hubiera permitido identificarla aún con los ojos cerrados : era ruda y estaba llena de abejas .
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