La cámara no logra captar su belleza. Los cristales brillaban bajo el sol y se veían tan lindos ! Tenía la sensación de haber encontrado un tesoro .
Yo había estado caminando sin rumbo. desde donde estaba ya no se veía el Zapato. Hasta el perrito desapareció de repente !
Fue momento de poner a prueba la intuición y mi sentido de orientación. No me tomó mucho volver a localizar El Zapato, y dirigiendome hacia allí encontré el camino de regreso.
De todas formas me agarró la lluvia . La gente apuraba el paso caminando hacia sus casas .
Yo en vez de buscar refugio, me fui al centro . Vi la calle techada, fui a la oficina de turismo a buscar información. Pasé luego por el supermercado para comprar algunas cosas, especialmente a proveerme de bebidas para el ascenso al Uritorco, previsto para el día siguiente .
Ya en casa, me duché y después me senté a merendar, al lado de la ventana, esperando que la lluvia cesara para volver a salir .
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