Imágenes en el recuerdo : conociendo a Carlos Gesell

Les contaba que recorriendo aquel bosque, me encontré con una casita cuadrada, rodeada de galerías, donde funciona un museo .

Quise visitarlo, pero faltaban pocos minutos para cerrar, asì que la persona a cargo, muy amablemente, me permitió recorrerlo brevemente sin cobrarme la entrada .

Así conocí el rostro de aquel pionero, y no se si les pasa lo mismo, pero de inmediato me gustó, me pareció buen tipo. Tiene una mirada que llega lejos, ojos de soñador, de idealista, de tipo perseverante, de seguidor de utopías . Cara de buena gente .

Ya en Santa Teresita me puse a investigar sobre su vida y confirmè que es de las personas que a mi me gustan . Sumè un nuevo ídolo a mi haber .

Acá vemos la casa, en medio de un bosque, donde antes sólo habìa dunas . Era un desierto que el transformó con sus propias manos, realizando una tarea titánica que la gente no comprendía . Lo llamaban " el loco de los médanos " .

Este bomboncito es don Carlos ( no me digan que no parece un galán de Hollywood ! ) con sus padres . Silvio Gesell, el padre , es un reconocidísimo economista , fue incluso ministro de economía .

Carlos Gesell compró 1680 hectareas de un verdadero desierto de arenas voladoras. Médanos vivos que el viento desplazaba a su antojo .

Gesell era un genio : era un inventor y amaba los desafíos . Un tipo tenaz y vehemente .

Tengan en cuenta que era una persona rica: no se fue a vivir allí porque no tenìa otra alternativa, sino que se planteó un desafío y no se detuvo hasta lograrlo . Y lo hizo todo con sus propias manos .

Construyó su casa sobre una duna de 9 metros en sólo 3 semanas . Le dicen la casa de papel de diario, porque tiene paredes dobles de madera, revocadas por dentro y por fuera, y rellenas con papel de diario que servía como aislante para resistir las bajas temperaturas .

Tiene 4 puertas, orientada cada una hacia un punto cardinal diferente, lo que le permitìa el paso en caso de que la arena movida por el viento obstruyera una o mas entradas .

EL paisaje era desolador : kilómetros de arena movida por el viento . Ni una planta, ni una flor .

Carlos Gesell fue jefe de bomberos en la ciudad .